Viernes de dardos

 

Estoy en un equipo de dardos al que me apunté este año, y jugamos cada viernes por la noche, las partidas se suelen jugar una en el bar en el que estás apuntado y otra en el bar del equipo contra el que vas a jugar. Dependiendo de en qué categoría estés juegas otros días de la semana, nosotras por estar en la categoría en la que estamos jugamos los viernes, aunque eso también dependerá de cómo se acuerde con el otro equipo,  que si ese día no pueden se habla y se puede acordar jugarlo otro día a otra hora. 

A mí al principio no me llamaba mucho los dardos hasta que me apunté al equipo, y la verdad que es una buena forma para conocer gente, conocer otros bares de Burgos que igual no conocías o no habías estado nunca. También es una forma de pasar los viernes por la noche de una manera diferente con los amigos y con la gente que vaya a ver la partida. 

A las categorías altas, o los que son mejores pueden optar a premios como por ejemplo de viajar a otra ciudad donde se realizan los campeonatos de dardos con los mejores de cada cuidad. Este año, fueron a Vigo el equipo que está en el mismo bar que nosotras y claramente, son mucho mejores, pero y no cuenta solo el ganar o perder, cuenta la experiencia, el compartir una noche con gente que también le gusta jugar a los dardos o por ejemplo los que ganan y viajan a los campeonatos aparte de conocer a gente nueva también tiene  la posibilidad de conocer nuevas ciudades, como este año que se fueron a Vigo.

Yo es algo que recomiendo a todos aquellos que les guste, claro. Me parece una forma divertida y diferente de pasar las noches, ¡y ya si ganas pues mucho mejor!

 

Mis primeras convivencias

La primera vez que fuí de conviviencias, fué a poza de la sal, que es de la provincia de Burgos junto a los municipaios de Oña Y Frías. 

Fuimos durante una semana entera. Recuerdo que al principio estaba un poco nerviosa porque era la primera vez que iba a estar fuera de casa sin mis padres,y era la primera vez que me iba de convivencias, pero por otra parte estaba muy entusiasmada y con mucha ilusión de ir y pasar la semana allí, y además la gran mayoría de los que ibamos ya nos conociamos entre nosotros.

No alojamos en el albergue, que se llama albergue Virgen de Pedrazas. Este albergue antes era un antiguo colegio que reformaron, está dispuesto en dos plantas y  las habitaciones separadas, en una dormiamos las chicas y en la otra los chicos, con unas pequeñas habiataciones entre medias para los profesores  

 


Pasamos una semana llena de actividades desde que nos levantábamos por las mañanas hasta que nos íbamos a dormir.
La verdad que el sitio se notaba que era viejo, y las instalaciones dejaban mucho que desear. Per aún así fué una semana en la que me lo pasé muy bien, hice muchas actividades, excursiones al pueblo de Poza de la Sal, marchas, veladas, juegos por las noches, y el baile de despedida que tuvimos. Que la verdad que fué muy divertido, al pricipio estábamos todos un poco tímidos porque nos daba verguenza bialar delate de los demás, pero al rato nos soltamos y todos acabamos bailando y divirtiéndonos.
Fué una gran experienca en la que conocí gente nueva, en la que nos enseñaron muchas cosas e historias del pueblo, que yo por ejemplo auque había ido alguna vez a visitarlo no conocía tod, y con mucha pena llegó el día de las despedida ya que la semana se pasó volando. La verdad que guardo buen recuerdo de esas convivencias. Fué una buena experiencia y con muchas anegdotas que recordar

Tierra De Sabores

 

3º Feria que se realizaba por Tierras de Lara, con una degustación de pinchos y tapas elaborados con productos de la tierra  a un precio de 1,50 el pincho. Todo esto se hace para el desarrollo de Tierra de Lara en la que se unen diferentes asociaciones, los bares de los pueblos, las cantinas, las tabernas...etc. 

Es una buena iniciativa la que llevan teniendo por tercer año consecutivo, para dar a conocerse, a conocer los productos típicos...  También es una buena forma de pasar un día con los amigos o la familia e ir a comer unos pinchos en un ambiente festivo y con un ambiente agradable. 

Yo personalmente era el primer año que iba, por una  amiga, que es de uno de los pueblos y me dijo que fuera allí a conocer lo que era y a comer buenos pinchos y a pasar un buen día. La verdad que está muy bien, tanto como en su organización como en la elaboración de cada pincho, que vale la pena ir y pagar por ello porque se nota que son productos caseros y a mí personalmente me gustaron todos. Y es también una buena forma de relacionarte con gente, conocer lugares nuevos, en este caso pueblos, y poder hablar con la gente de allí para conocerlo un poco mejor. Una cosa está clara, está gente tiene un amor infinito por su tierra y luchan por darse a conocer de una manera u otra, ya que a parte de esta degustación, realizan muchas más actividades.